Correr con las condiciones meteorológicas adversas puede ser muy desagradable. Pero lo cierto es que cada vez más corredores disfrutan de la lluvia y del frío en invierno. Porque gracias a la ropa deportiva y a las zapatillas adecuadas, ahora lo tenemos mucho más fácil.
En definitiva, no caigas en la tentación de quedarte sentado en el sofá durante este invierno. Con estos diez consejos, pretendemos que no te pares. ¡Corre!
- Motívate
Queda con alguien para correr. Entrena en grupos de entrenamiento. Si te están esperando, no te podrás echar atrás. Si corres solo, puedes auto-convencerte de que puedes volver a los cinco minutos si hace muchísimo frío, aunque una vez fuera es muy difícil que lo hagas. Y aprovecha los paisajes: hay quien le encanta salir a correr bajo una fina capa de lluvia o justo después de una nevada.
- Pies calientes
Si quieres mantener los pies calientes y secos, asegúrate de que las zapatillas sean suficientemente impermeables. Los calcetines son también importantes, deben expulsar el sudor y mantenerte caliente. Hay buenos modelos para el frío invierno.
- Capas y capas
El objetivo es permanecer caliente sin sudar, para evitar un resfriado. El “consejo de la abuela” nos dice que deberíamos salir a correr vestidos como si el termómetro marcara 10ºC más. La sensación inicial: ligeramente fresco. Utiliza prendas de material técnico, que expulsan el sudor, con cremalleras en brazos y cuello para ventilar a medida que te calientas. Fundamental el uso de guantes y gorro.
- Hazte notar
Lo más probable es que corras en penumbra, ya que en invierno los días son más cortos, así que tienes que asegurarte de ser visto. ¿Cómo? Con ropa fluorescente, reflectante, y, si es necesario, incluso con una lamparita LED en tu espalda (aunque al principio pueda darte vergüenza, es muy seguro). Y, si quieres ver, prueba un frontal para tus carreras nocturnas, verás la diferencia.
- Calienta de puertas adentro
Antes de salir, muévete un poco en casa para activar la circulación sin llegar a sudar. Sube y baja las escaleras, o algún ejercicio de gimnasia. Hacer la cama y un poco de limpieza te servirá. Y, si quedas con alguien, no te quedes parado a la intemperie mientras llega. Espera en el coche hasta que estén todos, si no te quedarás frío.
- Amigo del viento
Comienza con el viento en contra y acaba con él de cara, para que no te detenga cuando ya has entrado en calor. Si el viento es muy fuerte, puedes hacer tandas de 10 minutos, 5 en contra y 5 de cara. Y, cuidado, el viento frío puede causar estragos en tu piel. Cúbrete las manos y aplícate una buena crema protectora en la cara.
- Olvídate de ir rápido
En invierno, se trata más de fondo que de velocidad. Puedes incluso tratar de buscar alguna zona elevada donde el aire esté un poco más caliente. Si no tienes tiempo para correr a mediodía, con temperaturas algo más suaves, puedes partir el entrenamiento en dos y hacer media hora tranquila por la mañana y media hora tranquila de noche si hace mucho frío, así reducirás las posibilidades de congelarte.
- Cámbiate después
Tu temperatura corporal empieza a disminuir en el mismo momento en que paras. Para evitar un resfriado, cámbiate de ropa (de pies a cabeza) lo antes posible. Las chicas deben cambiarse el sujetador deportivo húmedo rápidamente. Para el pelo húmedo, un gorro seco. Y bebe algo reconfortante, como un té caliente o un chocolate (si te lo has merecido). Si no hay una cafetería cercana, llévate un termo para después.
Fuente: Runners.es